Cada 11 de junio se celebra el Día Internacional del Juego, una fecha que nos invita a reflexionar sobre el valor esencial del juego en la vida de los niños, niñas y adolescentes. Desde la Fundación Rafa Nadal, creemos que jugar no es un lujo ni una pérdida de tiempo, sino una necesidad y un derecho.
Mucho más que entretenimiento
Cuando un niño juega, no solo se divierte: aprende, explora, se comunica, imagina y construye su identidad. A través del juego, se desarrollan habilidades clave para la vida como la creatividad, la empatía, la resolución de conflictos, el trabajo en equipo o la capacidad de adaptarse a nuevas situaciones.
Además, el juego:
- 🧠 Estimula el desarrollo cognitivo y emocional.
- 🤸♀️ Mejora la salud física y mental.
- 🗣️ Favorece la expresión de sentimientos y emociones.
- 🤝 Fortalece las relaciones sociales.
- 🌍 Ayuda a entender el mundo y el lugar que cada uno ocupa en él.
Un derecho universal, aún pendiente
La Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas reconoce el derecho al descanso, al esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas (Artículo 31). Sin embargo, todavía hoy muchos niños y niñas en todo el mundo —especialmente en contextos vulnerables— ven limitado su acceso a entornos seguros donde puedan jugar libremente.
En nuestros proyectos, apostamos por el deporte y el juego como herramientas de transformación social, porque sabemos que cuando un niño juega, está construyendo un futuro más libre, saludable y feliz.
Jugar es crecer
Hoy queremos recordar que jugar es tan importante como aprender. Es una parte fundamental del desarrollo infantil que debemos proteger, promover y garantizar para todos los niños, niñas y adolescentes, sin excepción.
Desde la Fundación Rafa Nadal, seguiremos trabajando cada día para que el juego esté presente en las vidas de los niños, niñas y adolescentes que atendemos, como lo que es: una fuente de bienestar, una vía de aprendizaje y una expresión genuina de su infancia.