¡Así despedimos el curso en los Centros Fundación Rafa Nadal de Madrid, Palma y Valencia!
El final de curso es siempre un momento muy especial para los Centros Fundación Rafa Nadal. Es el momento en el que echamos la vista atrás y valoramos todo lo vivido, todo lo compartido y todo lo aprendido. Este año, en los Centros Fundación Rafa Nadal de Palma, Valencia y Madrid, hemos querido celebrarlo como se merece: con una gran fiesta junto a quienes dan sentido a cada una de nuestras acciones: los niños, niñas, adolescentes, sus familias y los equipos educativos.
Estas jornadas no solo son un cierre festivo, sino una oportunidad para agradecer el compromiso, reforzar vínculos y reconocer el esfuerzo diario que se realiza en cada uno de los centros.
Son espacios para mirar con orgullo lo conseguido y recargar energías de cara a lo que vendrá.
Valencia: una carrera de emociones
En el Centro Fundación Rafa Nadal de Valencia, la jornada reunió a 166 personas, una cifra que refleja el enorme compromiso de las familias con el proyecto. El ambiente fue cálido y participativo desde el primer momento.
La celebración arrancó con un emotivo discurso de agradecimiento y la entrega de insignias y reconocimientos a los niños, niñas y familias que han destacado por su evolución, compromiso con los valores del centro, hábitos saludables y participación. También se rindió homenaje a quienes llevan cinco años caminando con nosotros.
Uno de los momentos más bonitos fue cuando cada niño y niña recibió una carta personalizada con todas las insignias que ha ido consiguiendo a lo largo del curso. ¡Un recuerdo lleno de significado!
Después vivimos una iniciativa muy especial: la CFRN Race, una carrera de habilidades para hacer en familia, donde grandes y pequeños participaron juntos demostrando compañerismo, alegría y muchas ganas de pasarlo bien. Al finalizar, se entregó una «bolsa del corredor» con fruta, yogur líquido y tortitas, apostando siempre por los hábitos saludables.
La jornada también contó con un panel de testimonios, tiempo de juego libre y una exposición con imágenes de todas las actividades realizadas durante el año.
Fue un día lleno de gratitud, emoción y comunidad.
Madrid: un arcoíris lleno de significado
En el Centro Fundación Rafa Nadal de Madrid, la fiesta de fin de curso estuvo guiada por una preciosa metáfora: el arcoíris, símbolo de esperanza, superación y luz después de las dificultades. Un paralelismo perfecto para representar todo lo vivido durante el curso.
El encuentro congregó a 95 personas, procedentes de 42 núcleos familiares, que participaron con entusiasmo en todas las actividades programadas.
Uno de los momentos más emocionantes fue la graduación de los adolescentes que, por cumplir la mayoría de edad, se despiden del centro. Un adiós cargado de emoción, orgullo y buenos deseos para esta nueva etapa.
También tuvo un gran protagonismo el grupo de madres del espacio de vida saludable, que organizaron una divertida competición deportiva en la que demostraron esfuerzo, compromiso y mucho sentido del humor.
Además, se invitó a las familias a escribir mensajes en papeles de colores, que luego formaron un gran mural con forma de arcoíris. En él respondieron a preguntas como: ¿Qué es para ti el Centro Fundación Rafa Nadal de Madrid? ¿Qué agradeces al centro? ¿Qué te gustaría en el próximo curso? Las respuestas, cargadas de cariño y agradecimiento, reflejan el impacto profundo que tiene el centro en la vida de muchas personas.
Para cerrar la jornada, se disfrutó de un baile de fin de curso, un photocall temático y una merienda en comunidad. Fue una tarde para recordar, donde se mezclaron risas, emociones y mucho orgullo compartido.
Palma: entre bailes, juegos y reflexión
La Fiesta de Fin de Curso en el Centro Fundación Rafa Nadal de Palma también fue todo un éxito, con la participación de más de 300 personas.
La jornada se diseñó con un objetivo muy claro: reconocer la implicación, la asistencia y el compromiso de niños, niñas y familias a lo largo del curso, siempre desde la cercanía y el juego.
Tras la tradicional foto de familia, se dio paso a uno de los momentos más esperados: el baile del grupo de danza del centro, que este año se presentó bajo el nombre elegido por los propios niños y niñas: «Safe Dance Group». Un grupo diverso en el que destacó la presencia de un único chico, reflejando el espíritu inclusivo y participativo del centro.
Como cada año, no podía faltar la esperada actuación del equipo educativo, que preparó un divertido baile sorpresa para todos los presentes. Un gesto que demuestra el vínculo cercano entre educadores y familias, y que siempre arranca sonrisas.
Después llegó el momento del Bingo de Deportes, en el que se sortearon premios pensados para compartir en familia o con amigos durante el verano: kits de playa, juegos de mesa, libros, gorras y mucho más.
La reflexión también tuvo su espacio con un mural colectivo en el que los asistentes pudieron responder a la pregunta “¿Qué me llevo de este curso?”. Una forma de poner palabras a lo vivido, de detenerse a pensar en lo importante y compartirlo con los demás.
La jornada finalizó con juegos libres (fútbol, baloncesto, futbolín, etc.), conversaciones con las familias y una merienda saludable con fruta, sándwiches de queso y helados tipo flash para refrescarse.
Un final… que es solo el principio
Estas fiestas de fin de curso no solo han servido para cerrar un año más, sino para recordar la importancia del camino recorrido. Son el reflejo de todo el trabajo realizado, del esfuerzo conjunto entre niños, niñas, familias y educadores, y del poder transformador del deporte y la educación.
Ahora, con el corazón lleno de recuerdos y gratitud, los equipos de los tres centros ya están trabajando con ilusión en la preparación del curso de verano, una nueva oportunidad para seguir aprendiendo, creciendo y disfrutando juntos.